viernes, 5 de junio de 2015

El destino... Nicaragua 2015

Hasta llegar al dia de hoy, (el dia después de reservar un billete de avión) han sucedido muchas cosas. He pasado largas noches y largos fines de semana buscando un lugar, buscando un proyecto, buscando

Había que buscar un proyecto. Pero no me iba a valer cualquiera. Quería sentirme útil. Quería ayudar. Quería servir para algo. Quería tener una función, un objetivo, una Motivación. Porque para eso se hacen este tipo de viajes. Para dar un poco de ti, a los que más lo necesitan.

Pasé horas y horas, días y días, semanas y semanas y meses y más meses… (de verdad que no exagero) buscando proyectos. Mandaba unos 10 emails al día. Me empapé de todas las ONG existentes en el mundo. Y ahí fue cuando me di cuenta de que hay dos tipos de voluntariados: el voluntario solidario y el voluntariado de verdad.

El primero es muy sencillo y fácil de realizar. Contactas con cualquier ONG (conocidas por todos). Pagas un buen dinero (en algunos casos rondaban los 2000 euros). Ellos te organizarán absolutamente todo. Visitarás el país durante un mes aproximadamente, y harás alguna labor social entre excursión y excursión. Muy bien. Vacaciones solidarias podría llamarse.

El otro, es el voluntariado de verdad. El que te cuesta, no dinero, sino tiempo, dedicación y esfuerzo. El que más se disfruta, con el que más se aprende, con el que te dedicas a ayudar, con el que te sientes útil, con el que vives una realidad y con el que durante un tiempo, eres uno más de ellos. No hay diferencias. No existe el tú no tienes y yo si tengo. Allí nadie tiene, porque los que han tenido, lo han dado.

Este es el que yo buscaba así que me puse a ello. Busqué organizaciones locales, pequeñitas, que apenas tienen páginas webs, que no reciben subvenciones, que no tienen grandes infraestructuras pero que se han creado con una única misión: ayudar.

Hice una interminable lista. Hay organizaciones de todo tipo. Están las que ayudan a los discapacitados, a enfermos, a niños huérfanos, a personas marginadas, a mujeres desprotegidas, a toxicómanos, las que enseñan educación básica en colegios, las que luchan por los derechos.. en fin, que me encontré con una de las primeras decisiones difíciles que tenía que tomar. A quién le dedico ese poquito de mí?

Quise ser sincera conmigo misma. Analice mis aptitudes, mis cualidades, mi formación, mi experiencia… y aún estaba más perdida. Como podía ayudar una chica que había estudiado periodismo y ahora era directora de hotel??


Pues resulta que podía. Si. En el otro lado del mundo había una ONG que me estaba esperando. One Two Tree…en Nicaragua. 



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